jueves, 16 de diciembre de 2010

Y EN CLASE...Ensayo sobre ciudades creativas.

HACIA LA CREATIVIDAD, HACIA EL FUTURO...
Las ciudades se encuentran sumergidas en un progresivo proceso de globalización desde mediados del siglo XX, es decir, una creciente interdependencia de las funciones económicas, sociales, culturales y tecnológicas de diversas ciudades, produciéndose una combinación en los mercados y en las industrias generando un escenario económico común. Este proceso, acrecentado en las últimas décadas debido al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, lleva aparejada la necesidad de las ciudades de distinguirse, como elementos con identidad propia, capaces de llevar a cabo un fuerte desarrollo y crecimiento.
La ciudad se convierte en un elemento con capacidad competitiva, cuyo objetivo no es únicamente el crecimiento y rentabilidad económica, sino también el desarrollo funcional, social, creativo… Un lugar donde la arquitectura conviva con lo práctico y lo práctico, a su vez, conviva con lo sostenible.
Cuando se piensa en el significado de ciudad creativa, se tiende a pensar en arte, arquitectura, diseño… Es evidente que todos estos aspectos poseen gran importancia a la hora de señalar la identidad de la ciudad, pero sin embargo, cuando se habla de ciudades creativas se hace mención a ciudades con una gran capacidad económica, caracterizada por la innovación de las actividades que allí se realizan así como la cualificación, iniciativa y originalidad de las personas que la habitan, permitiendo con ello mejorar la calidad de vida de los individuos y la capacidad competitiva propia de la ciudad, porque la imagen va unida a la función. Las ciudades se encuentran en constante cambio, se renuevan. En ellas habitan ideas, y estas ideas provienen de personas emprendedoras e imaginativas, con capacidad para crear, recrear y dar vida a un lugar, que en un principio, podría ser aparentemente inerte. Pero no basta con “idear por idear” sino que todos los proyectos que giren en torno a la ciudad deben realizarse bajo un criterio de responsabilidad, porque no sólo hay que pensar en el bienestar del presente, sino en las consecuencias del futuro.
Por tanto, teniendo esto en cuenta, el marketing es la herramienta que se emplea para conseguir posicionar las ciudades y conseguir, con ello, que sean competitivas. La profesora Victoria de Elizagarate, que imparte cursos de doctorado sobre marketing de ciudades, considera lo siguiente:
“El marketing es una herramienta de gestión, que aplicado a la gestión de las ciudades, va a permitir, o debe permitir, identificar necesidades y desarrollar productos adecuados a esas necesidades. En el marketing de ciudades podemos distinguir entre el marketing interno y el marketing externo.
Las ciudades compiten de muy diversas formas para atraer inversiones, residentes, visitantes, eventos, desarrollándose esta competencia en muy diversos ámbitos como son el ámbito local, regional, nacional continental o incluso global […] Actualmente se considera que las ciudades compiten para obtener todo aquello que genere riqueza y empleo en el lugar. Así nos encontramos con que, la ciudad compite para atraer residentes, es decir, población.” (ELIZAGARATE, VICTORIA DE. 2002, 4)

Como bien apunta la profesora en el fragmento citado, el marketing de ciudades se desenvuelve en dos vertientes, hacia el interior, cuyo objetivo es vincular todas aquellas acciones dirigidas a la identificación de las necesidades de los ciudadanos, para conseguir una buena imagen de la ciudad de cara a sus habitantes; y hacia el exterior, constituyendo la ciudad como marca, logrando un buen posicionamiento y una buena imagen que pueda atraer a otros individuos (como pueden ser inversores), entrando en una cadena, ya que si la ciudad atrae a personas creativas, o sencillamente mantiene satisfechos a sus ciudadanos (entre ellos personas con talento creativo), se irán ampliando los proyectos ingeniosos, que surgen precisamente en ese ambiente favorable generado en una ciudad creativa. 
Parece algo irreal afirmar que las personas creativas tienden a concentrarse en determinados lugares de la geografía mundial, pero esto se debe a que la especialización de las ciudades, producto del marketing que se realiza sobre ellas, genera además una distinción en otros aspectos como pueden ser económicos, culturales o sociales que da lugar a que los individuos decidan instalarse en determinadas ciudades que consideren más acordes a su sistema de vida. Como afirma el profesor Richard Florida: estas regiones tienen ecosistemas con universidades punteras, empresas potentes, mercados laborales flexibles y capital de inversión que atienden a las demandas de la innovación comercial (FLORIDA, RICHARD. 2009, 36).
Por tanto, la concentración de personas innovadoras viene dada por la oportunidad que brinda una ciudad creativa, donde compartir ideas, así como generarlas y ponerlas en práctica es más viable.

Para ejemplificar lo descrito, en la revista de creatividad y diseño Abre el ojo, aparece un cercano y representativo caso de ciudad creativa. Se trata de la ciudad de Bilbao, cuyo principal motor económico desde mediados del siglo XIX era la industria siderúrgica y la actividad portuaria. A partir de 1980 la ciudad se vio afectada por una crisis que afectó a su actividad industrial, experimentando un cambio en su actividad económica que se dirigió al sector servicios y dio lugar a una transformación funcional de la ciudad. Toda esta conversión vino dada, gracias a la puesta en práctica de proyectos arquitectónicos innovadores, como es el caso del museo Guggenheim, de arquitectura vanguardista, o el centro polideportivo y cultural construido a partir de un almacén de bebida (Revista Abre el Ojo, Nº16).
Claro ejemplo, el de esta ciudad, como lugar donde la concentración de mentes creativas ha dado sus frutos, convirtiendo una ciudad que perdía su identidad industrial por causas externas en una de las ciudades creativas más influyentes, no solo a nivel nacional, sino con presencia y modelo a seguir a nivel internacional.

                             Museo de arte contemporáneo Guggenheim de Bilbao. Obra del arquitecto
                             americano Frank O. Gehry. Representa un ejemplo de la arquitectura
                             vanguardista del siglo XX,  con un diseño innovador (Fotografía de la revista
                             Abre el Ojo, Nº16, 127).


Referencias:
  •   FLORIDA, RICHARD (2009) Las ciudades creativas. Por qué donde vives puede ser la decisión más importante de tu vida. Barcelona. Paidós.



No hay comentarios:

Publicar un comentario