miércoles, 29 de diciembre de 2010

V. Barrio de la Morería.

Catedral de la Almudena desde
los jardines de las Vistillas.
Fotografía propia
Durante el reinado de Alfonso VI se construyó una segunda muralla en Madrid que englobaba la zona en la que la población quedaba excluida de protección por encontrarse a extramuros de la muralla. El barrio de la Morería se quedaba dentro de la nueva muralla.
La Edad Media fue un periodo de constante conflicto entre musulmanes y cristianos, y cuando la Corte se encontraba en Toledo, se avisaba desde Madrid a Toledo del avance de los musulmanes a través de señales de humo. Cuando el rey Alfonso VI procedió a la reconquista de Toledo dijo a los musulmanes que podían elegir quedarse o marcharse (claro que si se quedaban era en muy malas condiciones, teniendo en cuenta, por ejemplo, que desde los Jardines de las Vistillas, en zona elevada de un cerro, había que bajar la colina a pie porque en aquel entonces no existía el viaducto). Por lo tanto en Madrid se quedaron los musulmanes de clases más desfavorecidas que no tenían nada que perder si continuaban viviendo en la zona.


Vistas de Madrid desde el viaducto.
Fotografía propia


De la zona de la Morería se conservan nombres y el trazado laberíntico de la Edad Media. Una plaza característica de este barrio es la Plaza del Alamillo, nombre que posee una doble versión de su origen: por un lado, se decía que por un pequeño Álamo que se encontraba en el interior de la plaza; y por otro, por el alamín (o Tribunal de Justicia). En esta plaza se realizaban encierros de toros.


Al fondo de la fotografía se puede apreciar
ligeramente la Iglesia de San Andrés
(en la Plaza de la Paja).
Fotografía propia
En la Edad Media tiene origen también el mercado de el Rastro, donde mataban a los corderos y dejaban rastros de sangre (de aquí el origen del nombre). Hoy en día es un importante lugar de visita turística y mercadillo con 1700 puestos regulados por el Ayuntamiento de Madrid. El Rastro se monta los domingos por la mañana y la gente que lo visita suele acabar de aperitivos en el barrio de la Morería y en la Plaza de la Paja (barrio de la Latina, cuyo nombre procede de la separación del grano y la paja que se realizaba con los cereales en la zona) donde se encuentra uno de los campanarios más antiguos de Madrid, la Iglesia de San Andrés, que fue construida para mantener los restos de San Isidro, que cuenta la leyenda que su cuerpo está incorrupto, por lo que le crecen las uñas y el pelo, que tienen que cortar cada vez que lo miran. Este hecho ha propiciado que el cuerpo del santo haya sido trasladado de unos lugares a otros. Posteriormente, en el siglo XV, se utilizó como Capilla Real de los Reyes Católicos. 

Otra Iglesia que se encuentra en la Plaza de la Paja es la de San Pedro el Viejo, cuyo campanario está un poco inclinado.



Campanario de la Iglesia San Pedro el Viejo.
Fotografía propia
  (De hecho, un dato curioso es que si te encuentras mirando al campanario en el ventanal del restaurante ENE y te das la vuelta para observar el reflejo del campanario, te darás cuenta de que la inclinación es mucho mayor).

Quizá en la fotografía no se aprecie bien la inclinación, por lo que aconsejo pasarse por allí!!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

IV. Plaza de la Villa y antiguo Ayuntamiento.

Fotografía propia
Desde la Plaza del Conde Miranda, por la calle del Codo se llega al antiguo Ayuntamiento de Madrid, en la Plaza de la Villa, nombre que el rey Enrique IV otorgó a la plaza, concretamente situado en la casa de la Villa. En este lugar se reunía el consejo, que se trataba del poder local. A parte de las reuniones, el edificio del Ayuntamiento tenía otras dos funciones: la de cárcel, y la de la alcaldía de Madrid. Tardó medio siglo en construirse, y las obras las comenzó el arquitecto Juan Gómez de Mora (aunque en su construcción participaron otros arquitectos, debido a la prolongación de la obra).

Fotografía propia
            
 
Ambas fotografías representan el antiguo ayuntamiento de Madrid en la Plaza de la Villa.
Fotografía propia

Hace tres años, el actual alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón trasladó el Ayuntamiento de al Palacio de las Comunicaciones, en la Plaza de Cibeles, pero la casa de la Villa continúa siendo el Pleno de Madrid, lugar donde se habla sobre el desarrollo de la ciudad. También se celebran encuentros oficiales. 
El resto de edificaciones de la Plaza son palacios nobiliarios, como el construido en el año 1470 por la familia de los Lujanes, considerado como el edificio  civil más antiguo de Madrid, situado frente al edificio del antiguo Ayuntamiento. La casa de los Lujanes de estilo gótico, posee una torre junto a la casa, como símbolo de poder y de riqueza de la época. En la torre se instaló el telégrafo óptico durante el reinado de Fernando VII y ya en el siglo XIX fue la sede de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas (Madrid Histórico).
Fotografía propia



Por último, en el centro de la Plaza de la Villa, hay situado un monumento a Bazán, el Marqués de Santa Cruz, del arquitecto Manuel Aguado, que se situó en la Plaza en el siglo XIX.

III. Plaza del Conde Miranda y Convento de las Carboneras.

Fachada del Convento del Corpus Christi.
Fotografía propia
En el año 1605, Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar de 1556 a 1626,  fundó, en la Plaza del Conde Miranda, un convento para su hija (después de dedicar su vida a la oración desde la muerte de su marido el conde de Castellar), ya que es lo que acostumbraban a hacer las familias de nobles. Sus hijas, al casarse ofrecían la dote, que era todas aquellas utilidades, patrimonio, etc. que podían aportar al matrimonio. Lo que sucedía es que la dote era muy cara y si una familia tenía varias hijas, las más pequeñas se convertían en monjas. Para la época, ser monja era de las mejores opciones de vida a la que podían optar las mujeres, ya que tenían la posibilidad de estudiar, leer, aprender… Las monjas eran muy cultas.
En el convento fundado por la condesa Beatriz de Mendoza, el Convento del Corpus Christi, conocido como "las carboneras" tenían dos curiosas costumbres: en primer lugar, eran 33 hermanas las que allí habitaban, porque con este número recordaban a Cristo, que murió a la edad de 33 años; y la segunda costumbre era que cuando moría una hermana, durante la comida reemplazaban su sitio con una servilleta negra y una calavera y le ponían el plato de la comida, como si allí se encontrase, de tal forma que cuando finalizaban el almuerzo, el plato de comida sobrante lo donaban a los pobres.

El nombre de las carboneras se debe al lienzo que un niño paseaba por la Plaza del Conde Miranda que había sacado de la carbonería de su padre. Para sorpresa, uno de los franciscanos del Convento de San Gil descubrió la cara de la Virgen en aquel lienzo. Desde entonces a las monjas del convento del Corpus Christi se les llama “las carboneras”.

Callejón junto al Convento. En la plaza del Conde Miranda.
Fotografía propia
El Convento del Corpus Christi alberga en su interior un Belén barroco de origen ecuatoriano, que fue modelado en el siglo XVI. Como comenta en su blog artedemadrid Mercedes Gómez, no hay ningún impedimento para visitar la Iglesia y el zaguán junto al Convento. Pero como yo no lo visité, invito a echar un vistazo al blog de Mercedes, especialmente a la entrada dedicada al Convento de las Carboneras, porque tiene unas bonitas fotografías del interior del zaguán y transmite su experiencia de la visita.

martes, 21 de diciembre de 2010

Y EN CLASE... Y a ti, ¿qué te sugiere una ciudad?

Una ciudad, un eslogan...

Aquí presento una serie de ciudades que he elegido para mostrar en una frase lo que me sugiere cada una de ellas. Fundamentalmente he escogido ciudades de España porque es difícil decir lo que te inspira una ciudad si no has estado en ella.  No se trata de hacer eslóganes para campañas publicitarias sobre ciudades, sino que simplemente se trata de elegir en pocas palabras lo más significativo que tiene cada una. Aunque en algunos casos me he dejado llevar por “lo que se dice” “lo que se ve”y lo que acostumbra a ser un eslogan, otras, como Cádiz, Barcelona, Granada… tienen un carácter más personal…


CádizLa mar de salada.

Playa de la Caleta (Cádiz).

Esta ciudad se caracteriza por la alegría y simpatía de su gente, el arte de la música y el baile, la originalidad de su principal y más conocida fiesta: el carnaval… de ahí que considere que lo que diferencia a Cádiz del resto de ciudades escogidas y por tanto a explotar en su eslogan sea su “salero”, ya que, sin menospreciar el encanto de sus playas (muy bien cuidadas) así como las vistas del atardecer o su patrimonio histórico, posiblemente sean características que comparta con otras, mientras que su “salero” se podría considerar único.  Por otro lado, es una ciudad acompañada de playa en toda su longitud, por ello también es un dato importante a destacar.                                  
En definitiva, el eslogan reúne estos dos conceptos.

Actuación flamenca en el Castillo de San Sebastián (Cádiz).


BarcelonaEl color de la cultura.
Barcelona es Gaudí, es color, es arquitectura, es multiculturalidad, es gastronomía, es tradición, es playa, es montaña, es ciudad…  Por ello destacaría en esta ciudad la palabra cultura, muy aclamada por todas las ciudades en sus eslóganes, pero que en mi opinión para las que yo he visitado y escogido para este ejercicio, es la más adecuada para apropiarse ella. Además es una ciudad muy colorida.


CuencaSi aún no crees en la magia…Cuenca. Sentirás su encanto.

Serranía de Cuenca.

Cuenca no tiene playa, ni grandes edificios, ni la atracción de una gran ciudad, pero tiene encanto, magia... Posee una arquitectura que recuerda a la Edad Media, además de varias construcciones que recuerdan su tradición religiosa y su paisaje natural denominado “La Ciudad Encantada” donde la propia naturaleza ha dejado su huella dejando una zona con formas rocosas curiosas que parece que se escapan de la mera acción de la naturaleza.
Por ello el eslogan iría dirigido a romper la idea de que Cuenca “no tiene nada” aprovechando el conocimiento que todo el mundo posee de la existencia de La Ciudad Encantada.





Roma: Un puente hacia la historia.
Roma es una ciudad muy antigua, con numerosas leyendas sobre su origen y con gran valor histórico, presente en muchos episodios tanto de la historia de occidente, como en  las huellas que ha dejado en otras ciudades.
Por ello el eslogan invita  a visitar su espacio para introducirse en su historia y culturizarse, sintiéndote partícipe de uno de sus capítulos.


MadridCrúzate en su camino.
Km. 0 Puerta del Sol (Madrid).
Es la ciudad situada en el centro de la Península. Y se piensa en ella como Kilómetro 0, y cruce de caminos. Pero realmente no es solo centro y capital, sino que es un lugar donde surgen oportunidades y además también tiene un gran valor cultural. Por ello te invita a cruzarte en su camino.


GranadaMucha brisa y poca Visa.
Se trata de una ciudad joven (en cuanto a su población) con movimiento y con mucha vida, caracterizada además por “el tapeo” y lo sorprendentemente económico que resulta (a diferencia de grandes ciudades como Madrid o Barcelona).
Aparte de esto, también se relaciona Granada con Sierra Nevada y el esquí.  Por ello uniendo ambos conceptos (la brisa de Sierra Nevada y la estancia que puede ser económica) podría resultar un eslogan pegadizo y que hace referencia a algo importante para el turismo, como es el gasto.
Granada también cuenta con un importante patrimonio histórico y cultural, pero igual que sucede con el ejemplo de Cádiz, la historia y la cultura es algo prácticamente común a todas las ciudades, por lo que si aparece una característica que otorgue distinción es conveniente explotarla.


ParísRincón de un millón de sueños.
Mercado de París.
Presente en películas, cuentos y en historias como “la ciudad del amor”… No he visitado París pero sin haberlo hecho tengo en mente que es una ciudad romántica, tranquila, moderna… Es una ciudad que reserva un hueco en el pensamiento de toda persona que haya oído hablar de ella.
 ¿Quién no quiere visitar París?...

París desde Montparnasse.



ValenciaNuestra tierra del Sol naciente.
Se trata del simple paralelismo de Valencia con Japón, con respecto a su situación geográfica que da lugar a la sensación de que el Sol nace en sus tierras.
Con él, se podría transmitir la idea de que aquí, algo más cerca, también podemos  disfrutar de ese acontecimiento.



(Fotografías propias).

lunes, 20 de diciembre de 2010

II. Cava de San Miguel y Mercado de San Miguel

Fotografía propia
En la Cava de San Miguel se encuentran las puertas de los edificios de la Plaza Mayor. La palabra cava hace referencia a la muralla de origen musulmán que se construyó en Madrid en el siglo IX. Y la palabra, como tal,  de origen árabe, hace referencia a foso, agujero…
En Madrid hubo dos murallas, una de origen musulmán construida, como ya he indicado, en el siglo IX, bajo el emir Mohamed I, para defender la ciudad de Mayrit (primer nombre que se le puso a la ciudad), reforzada posteriormente en el siglo X por el califa de Córdoba Abd al Rahmman III.  La segunda muralla, construida en el siglo XII, es de origen cristiano, construida sobre la base de la muralla árabe tras la conquista cristiana de Mayrit.
En la Cava de San Miguel se construyó un aljibe con agua cuya función era proveer de agua a los ciudadanos en caso de incendio, para que no volviese a suceder los mismos accidentes ocurridos con anterioridad, pero la gente, a pesar de que no estaba permitido, se abastecía del agua del aljibe para uso personal, de tal modo que cuando había un incendio ya no quedaba agua. Los madrileños de la época se abastecían de este depósito porque en Madrid no hubo agua corriente hasta la creación del canal de Isabel II, en el siglo XIX.
La cava de San Miguel es una zona de numerosas tabernas y también se situaba en esta zona la Iglesia de San Miguel, que es la que da nombre al mercado que aquí se construiría en el siglo XVI, cuando el hermano de Napoleón, José Bonaparte, llevó a cabo una política de reestructuración de espacios por la que destruyó la Iglesia y se transformó en un mercado al aire libre. Ya en el siglo XIX se cambió la estructura del mercado, convirtiéndose en una construcción cerrada, de hierro que conserva su estructura en la actualidad. La diferencia es que hoy en día, el Mercado de San Miguel está dedicado al ocio, con tiendas en su interior que ofrecen productos delicatesen, de muy buena calidad pero a precios bastante elevados. También es posible sentarse en la barra de alguno de los puestos a degustar allí los productos mientras se pasa un buen rato.



 Aquí incluyo algunos ejemplos de los llamativos mostradores que se pueden
 encontrar en el Mercado de San Miguel:


Dulces.
Fotografía propia

Quesos.
Fotografía propia
Frutos secos.
Fotografía propia
Tartas.
Fotografía propia
¡Más dulces!... En este caso tartas.
De todos los sabores, tamaños, colores... No tuve ocasión de probar ninguna, pero solo espero que estén tan buenas como la pinta que tenían...

domingo, 19 de diciembre de 2010

I. Plaza Mayor y Arco de Cuchilleros.


Madrid era un pequeño pueblo de campesinos hasta que en el año 1571 el rey Felipe II trasladó la Corte de Toledo a Madrid y con él, muchas familias de nobles efectuaron su traslado. Junto a ellos, “pordioseros”, “timadores”, prostitutas, ladrones… y otros grupos sociales desfavorecidos vinieron a este, por aquel entonces, pueblo que emanaba aires de oportunidad mayores que  aquellos lugares de donde provenían. De hecho, en este momento, Madrid pasó de ser un pequeño pueblo a ser la capital.
El rey, ordenó construir la casa de la panadería, que es la famosa fachada decorada con imágenes de personajes mitológicos de la Plaza Mayor (decorada en la década de los 90 del siglo XX). Frente a este edificio, se encontraba la casa de la carnicería. Hoy en día la casa de la panadería se utiliza como edificio para efectuar bodas civiles y donde se encuentra el Patronato de Turismo de Madrid. El resto de edificaciones constituían viviendas en el siglo XVII y continúan siendo viviendas de particulares (aunque muy caras, ya que adquirir un alquiler en la Plaza Mayor ronda los 1200 euros al mes y la compra de una vivienda puede alcanzar fácilmente los 600000 euros). Algunas de estas viviendas son propiedad de personas que residen con contratos que efectuaron sus abuelos, bisabuelos…

Fachada de la casa de la Panadería, decorada en los años 90 con pinturas que
representan figuras mitológicas. (Plaza Mayor)
Fotografía propia


Casa de la Carnicería (Plaza Mayor).
Fotografía propia
 
En el siglo XVIII la Plaza Mayor sufrió un incendio que la destruyó casi por completo, aunque no fue el primero que sucedía en este lugar. El arquitecto Juan de Villanueva fue el encargado de remodelar la Plaza, y lo hizo al estilo barroco. Muchos de los acontecimientos que aquí sucedieron, como el incendio, se encuentran grabados en los bancos que allí se ubican. Y también se puede observar en el centro de esta fantástica plaza la estatua ecuestre de Felipe III, construida en el siglo XVII por los escultores Juan de Bolonia y Pedro Tacca, aunque no se colocó en la Plaza Mayor hasta el siglo XIX a petición de la reina Isabel II. Después de situar la estatua en la plaza, sufrió dos ataques, uno en la Primera República y unos días antes de la proclamación de la Segunda República, siendo finalmente restaurada hasta conservarse en nuestros días.


La casa de la panadería logró salvarse del terrible incendio, y tras la remodelación de la plaza, se construyeron pisos de menor altura (ya que en los inicios, las casas de la Plaza Mayor alcanzaban las ocho plantas de altura). El acceso a la plaza es posible a través de nueve arcos que la rodean. Uno de los más conocidos es el Arco de Cuchilleros, llamado así porque allí es donde se situaba el gremio de cuchilleros que suministraba instrumentos a la casa de la carnicería. La gran altura que caracteriza a este arco de entrada se debe al desnivel existente entre la Cava de San Miguel y la plaza.  


Arco de Cuchilleros. En la fotografía se puede apreciar
el desnivel existente desde la Calle Cuchilleros (en la parte
inferior de las escaleras) y la Plaza Mayor (que se encuentra
en la parte superior).
Fogografía propia.


Además, Cuchilleros es la zona que alberga tres locales a los que se ha otorgado el reconocimiento de comercio tradicional, es decir, aquel comercio que tiene más de cien años de antigüedad. Es el caso de las Bodegas Ricla, una taberna dedicada actualmente al tapeo que nació en el año 1857.
También la famosa barbería el Kinze de Cuchilleros, situada en el número 15 de la misma calle, (motivo por el cual se llama así, debido a la costumbre de llamar a los establecimientos por el número y la calle donde se encontraban situados) que es del año 1900. Pese a pertenecer a la categoría de comercio tradicional, conservando la actividad que le dio origen, el precio de esta barbería no es muy superior al de otras peluquerías de la zona y conserva la estética tradicional de la época en la que se abrió.
Por último, uno de los lugares más visitados por los turistas que pasan por Madrid, es el restaurante El Sobrino de Botín, del año 1721, situado en el número 17 de Cuchilleros, considerado por el libro Guiness de los records como el restaurante más antiguo del mundo (certificación gracias a que el restaurante no ha cambiado su nombre ni ha cambiado de actividad desde el año en el que se abrió).


 Placa del año 1971 en la fachada superior del restaurante el Sobrino de Botín.
Dice así: "Galdós recordó este restaurante en Fortunata y Jacinta"
Fogografía propia

Entrada del restaurante el Sobrino de Botín. C/ Cuchilleros (Madrid).
Fotografía propia


sábado, 18 de diciembre de 2010

MADRID HISTÓRICO... El centro.


Dentro del puzle de 21 piezas de Madrid, hay una pieza muy valiosa que posee una gran historia, conocida por muchos y desconocida por otros tantos. Por ello, a pesar de no ser una gran apasionada de la historia decidí adentrarme en ella, porque en definitiva, las ciudades son historia y existen por algo. Pero pensé que buscar libros y libros sobre Madrid iba a ser poco productivo, así que, decidí ser por unos días una turista más, de las calles que he recorrido cientos de veces, pero descubriendo cosas tan interesantes que jamás me hubiese fijado en un libro de historia.  Por eso dedico una parte de mi blog al tema LA CIUDAD Y LA HISTORIA y más concretamente: La ciudad y los grandes hitos históricos. En un recorrido por la pieza fundamental de Madrid, el distrito centro a partir del traslado de la Corte desde Toledo a Madrid, y el periodo conocido como Madrid de los Austrias.
 Desde la apasionante Plaza Mayor, por la Cava de San Miguel y su mercado, hasta la Plaza del Conde Miranda, para llegar a la Plaza de la Villa (donde se encontraba el antiguo Ayuntamiento de Madrid), sin olvidar el fantástico barrio de la Morería,  para finalizar en el Palacio Real. Toda una zona conocida como Madrid de los Austrias, ya que tuvo su esplendor en el periodo en el que reinó esta familia, desde el año 1500 al 1700, 200 años de reinado, que en orden de llegada, los reyes fueron  los siguientes: Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
Sólo quise probar si esta era una buena forma de adquirir conocimientos sobre Madrid y desde luego acerté, con un guía apasionado por los encantos de esta ciudad que transmitió que  Madrid tiene mucho por descubrir y que si te adentras en sus calles, vivir su pasado es mucho más interesante.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Y EN CLASE...Ensayo sobre ciudades creativas.

HACIA LA CREATIVIDAD, HACIA EL FUTURO...
Las ciudades se encuentran sumergidas en un progresivo proceso de globalización desde mediados del siglo XX, es decir, una creciente interdependencia de las funciones económicas, sociales, culturales y tecnológicas de diversas ciudades, produciéndose una combinación en los mercados y en las industrias generando un escenario económico común. Este proceso, acrecentado en las últimas décadas debido al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, lleva aparejada la necesidad de las ciudades de distinguirse, como elementos con identidad propia, capaces de llevar a cabo un fuerte desarrollo y crecimiento.
La ciudad se convierte en un elemento con capacidad competitiva, cuyo objetivo no es únicamente el crecimiento y rentabilidad económica, sino también el desarrollo funcional, social, creativo… Un lugar donde la arquitectura conviva con lo práctico y lo práctico, a su vez, conviva con lo sostenible.
Cuando se piensa en el significado de ciudad creativa, se tiende a pensar en arte, arquitectura, diseño… Es evidente que todos estos aspectos poseen gran importancia a la hora de señalar la identidad de la ciudad, pero sin embargo, cuando se habla de ciudades creativas se hace mención a ciudades con una gran capacidad económica, caracterizada por la innovación de las actividades que allí se realizan así como la cualificación, iniciativa y originalidad de las personas que la habitan, permitiendo con ello mejorar la calidad de vida de los individuos y la capacidad competitiva propia de la ciudad, porque la imagen va unida a la función. Las ciudades se encuentran en constante cambio, se renuevan. En ellas habitan ideas, y estas ideas provienen de personas emprendedoras e imaginativas, con capacidad para crear, recrear y dar vida a un lugar, que en un principio, podría ser aparentemente inerte. Pero no basta con “idear por idear” sino que todos los proyectos que giren en torno a la ciudad deben realizarse bajo un criterio de responsabilidad, porque no sólo hay que pensar en el bienestar del presente, sino en las consecuencias del futuro.
Por tanto, teniendo esto en cuenta, el marketing es la herramienta que se emplea para conseguir posicionar las ciudades y conseguir, con ello, que sean competitivas. La profesora Victoria de Elizagarate, que imparte cursos de doctorado sobre marketing de ciudades, considera lo siguiente:
“El marketing es una herramienta de gestión, que aplicado a la gestión de las ciudades, va a permitir, o debe permitir, identificar necesidades y desarrollar productos adecuados a esas necesidades. En el marketing de ciudades podemos distinguir entre el marketing interno y el marketing externo.
Las ciudades compiten de muy diversas formas para atraer inversiones, residentes, visitantes, eventos, desarrollándose esta competencia en muy diversos ámbitos como son el ámbito local, regional, nacional continental o incluso global […] Actualmente se considera que las ciudades compiten para obtener todo aquello que genere riqueza y empleo en el lugar. Así nos encontramos con que, la ciudad compite para atraer residentes, es decir, población.” (ELIZAGARATE, VICTORIA DE. 2002, 4)

Como bien apunta la profesora en el fragmento citado, el marketing de ciudades se desenvuelve en dos vertientes, hacia el interior, cuyo objetivo es vincular todas aquellas acciones dirigidas a la identificación de las necesidades de los ciudadanos, para conseguir una buena imagen de la ciudad de cara a sus habitantes; y hacia el exterior, constituyendo la ciudad como marca, logrando un buen posicionamiento y una buena imagen que pueda atraer a otros individuos (como pueden ser inversores), entrando en una cadena, ya que si la ciudad atrae a personas creativas, o sencillamente mantiene satisfechos a sus ciudadanos (entre ellos personas con talento creativo), se irán ampliando los proyectos ingeniosos, que surgen precisamente en ese ambiente favorable generado en una ciudad creativa. 
Parece algo irreal afirmar que las personas creativas tienden a concentrarse en determinados lugares de la geografía mundial, pero esto se debe a que la especialización de las ciudades, producto del marketing que se realiza sobre ellas, genera además una distinción en otros aspectos como pueden ser económicos, culturales o sociales que da lugar a que los individuos decidan instalarse en determinadas ciudades que consideren más acordes a su sistema de vida. Como afirma el profesor Richard Florida: estas regiones tienen ecosistemas con universidades punteras, empresas potentes, mercados laborales flexibles y capital de inversión que atienden a las demandas de la innovación comercial (FLORIDA, RICHARD. 2009, 36).
Por tanto, la concentración de personas innovadoras viene dada por la oportunidad que brinda una ciudad creativa, donde compartir ideas, así como generarlas y ponerlas en práctica es más viable.

Para ejemplificar lo descrito, en la revista de creatividad y diseño Abre el ojo, aparece un cercano y representativo caso de ciudad creativa. Se trata de la ciudad de Bilbao, cuyo principal motor económico desde mediados del siglo XIX era la industria siderúrgica y la actividad portuaria. A partir de 1980 la ciudad se vio afectada por una crisis que afectó a su actividad industrial, experimentando un cambio en su actividad económica que se dirigió al sector servicios y dio lugar a una transformación funcional de la ciudad. Toda esta conversión vino dada, gracias a la puesta en práctica de proyectos arquitectónicos innovadores, como es el caso del museo Guggenheim, de arquitectura vanguardista, o el centro polideportivo y cultural construido a partir de un almacén de bebida (Revista Abre el Ojo, Nº16).
Claro ejemplo, el de esta ciudad, como lugar donde la concentración de mentes creativas ha dado sus frutos, convirtiendo una ciudad que perdía su identidad industrial por causas externas en una de las ciudades creativas más influyentes, no solo a nivel nacional, sino con presencia y modelo a seguir a nivel internacional.

                             Museo de arte contemporáneo Guggenheim de Bilbao. Obra del arquitecto
                             americano Frank O. Gehry. Representa un ejemplo de la arquitectura
                             vanguardista del siglo XX,  con un diseño innovador (Fotografía de la revista
                             Abre el Ojo, Nº16, 127).


Referencias:
  •   FLORIDA, RICHARD (2009) Las ciudades creativas. Por qué donde vives puede ser la decisión más importante de tu vida. Barcelona. Paidós.