martes, 4 de enero de 2011

VI. Calle de la Almudena y Plaza de la Almudena.

Fotografía propia

La calle de la Almudena, situada entre la Plaza de la Almudena y la calle Mayor, es el origen de la ciudad de Madrid fundada por los árabes, un lugar sagrado donde se encontraba la Mezquita Mayor. Era una zona de tierras muy fértiles por las abundantes aguas subterráneas que corrían bajo la tierra.
En la calle de la Almudaina se levantó la muralla musulmana y cuando Alfonso VI conquistó el Madrid musulmán en el año 1053, comenzó una incansable búsqueda de la Virgen de la Almudena, porque corría la leyenda de que los cristianos habían escondido una figura de la virgen bajo la muralla árabe por temor a que los musulmanes la encontraran. No se encontró, por lo que Alfonso VI mandó pintar un cuadro de la Virgen que se conserva en la Catedral de la Almudena.


Catedral de la Almudena.
Fotografía propia


Sobre la Catedral de la Almudena, que se encuentra en la Plaza de la Almudena, se comenzó a construir donde se encontraba la Iglesia de la Almudaina, pero ya en el siglo XIX, cuando se tira la Iglesia y se empieza la construcción de la Catedral. Durante el siglo XX ha habido grandes problemas con la obra, por lo que se ha finalizado hace solo 18 años, en 1992, lo que se puede apreciar en el carácter moderno que posee la catedral.


Fotografía propia
En la Plaza de la Almudena también se encuentra el
Palacio Real, frente a la Catedral. El Palacio es símbolo de la dinastía de los Borbones desde el siglo XVIII. Desde     Felipe V en el año 1738 hasta Alfonso XIII en el año 1931, fue la residencia de los reyes de España, fecha en la que la República denominó al Palacio Real, Palacio Nacional, para eliminar su carácter monárquico. Más tarde, durante la Dictadura Franquista, el dictador quiso vivir en el Palacio, pero no se lo permitieron, por lo que estableció el Palacio del Pardo como su residencia.
            Con la instauración de la Democracia con el monarca Juan Carlos I, podía haber continuado la costumbre de vivir en el Palacio Real, pero el rey no quiso vivir de forma tan ostentosa y la reina por su parte declaró que no quería vivir en un lugar tan grande (teniendo en cuenta que le Palacio tiene 7 plantas y 2700 habitaciones).
La entrada del Palacio sostiene a lo alto dos mástiles: en uno de ellos siempre se muestra la bandera de España; y en el otro se levanta una bandera azul cuando en su interior hay algún acto oficial, con lo cual se cierra el acceso al público al interior del Palacio, que posee los inmensos salones y dos museos.
Hoy en día, por lo tanto, el Palacio Real se constituye como patrimonio nacional.


Fotografía propia


Y aquí, en el Palacio Real, finaliza el recorrido histórico del Madrid de los Austrias. A mí me encantó y espero haber podido transmitirlo, aunque sólo sea una pequeña parte. Pero está claro que no hay nada como vivirlo recorriendo sus calles…

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